Cuando viajamos a otros países, a maridín y a mí una de las cosas que nos apasiona es la de probar la comida típica del lugar. El problema viene con los peques ya que ellos son algo más reticentes a hacerlo pero al final, acaban picoteando y si les gusta, ya sabemos lo que van a comer esas vacaciones... Son así... Normalmente, no no...
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