Confieso que hoy me volví a enamorar. O mejor dicho, a re-enamorar. Ya había caído seducida por estos verdes prados, estos paisajes, estas montañas hace un par de años, recorriendo Las Merindades en el norte de Burgos. Me maravillaron sus ermitas medievales, monasterios escondidos como el de Rioseco, las cuevas de Ojo Guareña o el […]
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